MAPA DE PIRI REIS
En los márgenes del mapa detalla sus fuentes: un mapa de Cristóbal Colón, encontrado en un barco español apresado en 1501, y cuatro mapas portugueses más recientes. Además contó con los informes de un marino que había participado en los primeros viajes colombinos, posteriormente capturado por su tío, que lo había hecho su esclavo.
El original se conserva en el Museo Topkapi Sarayi de Estambul donde se localizó en 1929. Se descubrió que las latitudes estaban equivocadas, pero notaron que los ríos, cordilleras, etc., estaban sutilmente corridas. Hasta que el mapamundi llegó a manos de expertos norteamericanos a mediados del siglo XX. Mediante un programa, proyectaron el planisferio dándole forma de globo terráqueo, y vieron con mucha sorpresa que coincidía a la perfección con los perfiles de hace 11.000 años (!?). Aquí hay que citar a Platón y su Atlántida (que existió hace aproximadamente 11.000 años). Los atlantes conocían nuestro planeta. Piri Reis tuvo acceso a esta información. La historia del mapa comenzó en 1501, nueve años después del descubrimiento de Colón, cuando Kemal Reis, capitán de la flota otomana, capturó siete naves cerca de las costas de España, y descubrió mediante interrogatorio a las tripulaciones que uno de ellos, que había viajado con el Almirante hacia el Nuevo Mundo, poseía un mapa dibujado por Colón en persona. Kemal envió al marino a su sobrino Piri, también capitán naval y cartógrafo. La mayoría de los eruditos considera que las alegadas similitudes del perfil meridional del mapa de Reis con el de la costa antártica son en extremo tenues y coincidentales. Durante siglos, antes del descubrimiento del continente blanco en el siglo XIX, los cartógrafos habían dibujado una gran masa austral de tierra (la Terra Australis Incognita) basados en la presunción de simetría exigida por Aristóteles y Eratóstenes, entre otros naturalistas griegos; la masa meridional del mapa de Reis podría ser una continuación de esta tradición. En un principio se creía que el extremo sur de Sudamérica y el de, una vez descubierta, Australia, debían estar unidos a esta gran tierra polar, de la que se pensaba que era mucho mayor de lo que es el verdadero continente blanco.
Además, las anotaciones del mapa, que indican que el área es calurosa y habitada por serpientes y animales extraños, no encajan en la suposición de que se trata de la Antártida, pero sí en la hipótesis patagónica. Uno de los detalles topográficos más sorprendentes, y de los que han causado más discusiones, es la presencia de una cadena montañosa a lo largo de Sudamérica, que Hapgood identificó como los Andes. Los ríos que parten de ella, lógicamente, se consideran el Amazonas, el Orinoco y el Río de la Plata; y el animal con dos cuernos que se halla junto a las montañas, según Hapgood, es una llama. Sin embargo, el mapa de Piri Reis no es el primero en mostrar montañas en el interior de Sudamérica. El Planisferio de Caverio (Nicolaus Caverio, 1504-05) (Biblioteca Nacional de París) dibuja la costa este de Sudamérica —aunque esquemáticamente— y una cadena montañosa adornada con árboles en aproximada concordancia con la de los Andes, pero no aparece la mítica Tierra del Sur. El mapa de Caverio se dibujó entre 1504 y 1505, mucho antes de que se explorara esa zona del interior. Existe una similitud extraordinaria entre este mapa y el de Piri Reis, por lo que cabe suponer que el uno se basa en el otro.
A la fecha no existen evidencias históricas que sustenten que la carta de Reis procede de "antiguas civilizaciones" o de culturas desconocidas. El mapa de Piri Reis se considera actualmente una extraordinaria y bella compilación de todo el conocimiento geográfico de la Europa medieval tardía. |
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