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Las dimensiones de las esferas oscilan en un rango de los 10 cm hasta los 2,57 m de diámetro y su peso llega a superar las 16 toneladas.
Hoy cientos de estas esferas pequeñas se encuentran en colecciones privadas y museos dispersos por el mundo. Ver otra esfera enterrada y algunas sumergidas.
![]() Las bolas de piedra se descubrieron en 1939, cuando la compañía bananera “Standard Fruit Company” empezó a deforestar para cultivar banano. Algunas de ellas fueron dinamitadas, por la creencia de que en su interior había oro. La primera mención internacional fue un pequeño artículo arqueológico de Doris Stone publicado en 1943 en "American Antiquity", atrayendo la atención de Samuel Kirkland Lothrop del Peabody Museum y Universidad de Harvard, quien publicó sus investigaciones en “Archaeology of the Diquís Delta, Costa Rica 1963”. Desde 1970 las autoridades protegen las esferas de piedra precolombinas y sus emplazamientos. Los arqueólogos dicen que las esferas de piedra fueron jardines astronómicos con fines de calendarizar ciclos agrícolas, o que servían para establecer el rango social dentro de la tribu. Han surgido muchos mitos alrededor de estas esferas, su significado, sus constructores, fines, técnicas constructivas y de transporte, fecha y canteras de las piedras: hechas por descendentes de la Atlántida, geomorfosis natural, participación de extraterrestres, ejes energéticos complementarios a Nazca y Pascua, delimitación territorial, hitos conmemorativos, fuentes de energía y bienestar, dispositivos de equilibrio tectónico, puertas dimensionales,.... Enfoques esotéricos han sido tratados en múltiples libros como en los escritos por el explorador suizo Erich von Däniken y escritor español Juan José Benítez. Ver vídeo 1, video 2. |
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