LOS EXPERIMENTOS DE LAS SONDAS VIKING (1976)
El Viking hizo 5 experimentos diferentes: uno sobre la química inorgánica del suelo, otro para buscar moléculas orgánicas en el polvo y la arena, y tres para buscar vida microbiana: (i) Un laboratorio buscaba vestigios de compuestos orgánicos en el suelo, esto es, los distintos tipos de complejos químicos que permanecen en el suelo cuando han existido seres vivientes en él. La prueba fue negativa; el experimento de química orgánica del Viking no manifestó ni rastro de materia orgánica en el suelo de Marte. El suelo marciano tiene menos materia orgánica que la superficie de la Luna. El resultado podía signicar que no hay vida en Marte o que las formas de vida en Marte son más activas y capaces de consumir todos los restos de sus predecesores. Si hay vida en Marte, ¿dónde están los cuerpos muertos? Si nos aferramos a la hipótesis de la vida, podemos suponer que los cuerpos muertos han sido destruidos por la superf. de Marte, que es químicam. reactiva y oxidante; o que hay vida, pero de una clase en la cual la química orgánica juega un papel menos básico que el que tiene la vida en la Tierra. (ii) Otro laboratorio estudiaba el suelo para ver si había alguna señal de organismos vivientes, examinándolo para detectar alguna evidencia de los cambios químicos que ocurren cuando tales organismos están presentes. (iii) El tercer laboratorio examinaba la clase de testimonio dejado por la respiración de los organismos. Los resultados de estos experimentos fueron inciertos porque, a pesar de que dieron alguna evidencia que podía ser explicada como debida a oranismos, sus resultados podían también explicarse como simples cambios químicos sucedidos por otras muchas razones. Puesto que no se encontró materia orgánica, los resultados ambiguos de las restantes dos experiencias deberían considerarse negativos. Al mezclar el suelo marciano con una sopa orgánica de la Tierra, algo del suelo descompuso químicamente la sopa; casi como si hubiera microbios respirando y metabolizando un nutriente de la Tierra. Por otra parte, al introducir los gases de la Tierra en la muestra del suelo marciano, los gases se combinaron químicamente con el suelo; casi como si hubiera microbios fotosintetizadores, que generaron materia orgánica a partir de los gases atmosféricos. Se hicieron enormes esfuerzos para montar los experimentos biológicos del Viking y ponerlos a prueba con toda una variedad de microbios; pero se trabajó muy poco para calibrar los experimentos con probables materiales inorgánicos de la superficie de Marte. Quizás el suelo marciano contiene una química inorgánica exótica, capaz por sí misma, y en ausencia de microbios marcianos, de oxidar las materias comestibles. Quizás haya algún catalizador inorgánico especial en el suelo, no vivo, capaz de atrapar gases atmosféricos y convertirlos en moléculas orgánicas. Experimentos recientes sugieren que quizás sea así, o sea, que los resultados microbiológicos "positivos" del Viking pueden ser explicados por las arcillas. Analizando con el espectrómetro infrarrojo tormentas de polvo marcianas, se econtró que se componía de montmorillonita y otros tipos de arcillas. Estas arcillas podían reproducir algunos de los aspectos claves (tanto los que parecían fotosíntesis como los que parecían respiración) de los experimentos microbiológicos "positivos" del Viking, si en los experimentos de lab. se ponían tales arcillas en lugar del suelo marciano. Las arcillas tienen una superf. activa compleja, propensa a absorber y a emitir gases y a catalizar reacciones químicas. A pesar de todo, estos resultados son de una gran imp. biológica, pues demuestran que, a pesar de la ausencia de vida, puede haber un tipo de suelo que haga algunas de las cosas que hace la vida. Es posible que en la Tierra, antes de haber vida, ya hubiera habido procesos químicos en el suelo semejantes a los ciclos de respiración y fotosíntesis, que quizás luego incorporó la vida al nacer. Además, sabemos que las arcillas de montmorillonita son un potente catalizador para la combinación de aminoácidos en cadenas moleculares más largas, semejantes a las proteínas. Las arcillas de la Tierra primitiva pueden haber sido la forja de la vida, y la química del Marte actual puede ofrecer claves esenciales sobre el origen y la historia inicial de la vida en nuestro planeta. (NORMAN H. HOROWITZ: "La búsqueda de vida en Marte". Revista Investigación y Ciencia. Enero, 1978). |