Miguel Ángel García » Infestación 20
Miguel Ángel García
Infestación
 
Miguel A. García
 
Capítulo 20
 
     DÍA 45

     —A ver de una vez... ¿Qué pasa con vosotros dos? —preguntó la madre del niño, harta ya de tanto misterio.
     Luis no tuvo más remedio que confesar ya toda la verdad:
     —Bueno... El abuelo me ayudó a escribir el cuento... Me explicó lo que estaba pasando en su cuerpo, por ejemplo, lo que hacían los linfocitos, y también los problemas que tenía con el Intercambiador de Gases, o sea, con los pulmones... Y todas las demás cosas...
     Todos se quedaron mirando al pequeño, porque no habían entendido muy bien lo que había querido decir. Después, casi a la vez, volvieron la vista hacia Ramón, como esperando alguna explicación.
     Pero como ésta no llegó, Alba siguió insistiendo:
     —Abuelo, ¿qué significa que tú le has ayudado? No entiendo nada...
     Ramón miró entonces a su nieto con una sonrisa, y le pidió:
     —Cuéntaselo todo...
     —Sí... Veréis... Mientras yo dormía, me iba contando en sueños lo que pasaba en su cuerpo..., y yo me imaginaba la batalla y la iba escribiendo...
     Todos los miembros de la familia, excepto el abuelo, naturalmente, se quedaron como unos papanatas.
     —Pero si el abuelo ha estado casi todo el tiempo en coma... —acertó a decir Alba.
     —Es cierto que mi cuerpo estaba en coma —reconoció el abuelo—, pero mi espíritu estaba muy despierto... Y no me hagáis preguntas, porque no tengo las respuestas...
     —Sí, mamá. Estuvo conmigo todo el tiempo, aunque me pidió que no os dijera nada antes de que volviera a casa, porque sabía que no me ibais a creer... El abuelo me ayudó a inventar los nombres, y designar al mundo isla como Urantia se le ocurrió a él, pero que conste que llamar "protectores" a los médicos se me ocurrió sólo a mí...

Ir al capítulo siguiente
Retrocede a la pág. anterior
Enlaces Institucionales
Portal de educación Directorio de Centros Recursos Educativos Calendario InfoEduc@
Reconocimientos
Certificacion CoDice TIC Nivel 3