Miguel Ángel García » Infestación 5
Miguel Ángel García
Infestación
 
Miguel A. García
 
Capítulo 5
 
     CICLO NUEVE

     —Comandante, se están volviendo todos locos. El desconcierto es total... Cuando el Intercambiador de Gases ha comenzado a colapsar, todo el mundo empezó a pensar en la posibilidad real de que estaba llegando el fin del mundo, tal como alguna corriente filosófica viene proclamando desde hace tiempo que va a ocurrir. Los Mensajeros han estado corriendo de aquí para allá, sin mucho orden, porque al Mando Centralizado le faltaba oxígeno para hacer funcionar su red de ronas. Como ya sabe, consumen mucha energía, y ésta está llegando cada vez con más escasez. Las instrucciones han llegado tarde y, a veces, han sido confusas, porque el Cor ha estado impulsando el fluido de los canales de una manera muy irregular. Todo el mundo tiene asumido que, si fallan los canales, se acabó todo.
     —Teniente, le ruego que se calme. Ya ve que, a pesar de los contratiempos y de los propios agoreros, nuestro mundo isla sigue existiendo. Los malditos Narus han sido implacables con nosotros, empleándose a fondo para tratar de destruirnos, pero, como hemos podido comprobar, no estamos solos. Una vez más, el Protector ha acudido en nuestra ayuda. Su hálito majestuoso nos está proveyendo del necesario éter, igual que nos ha proporcionado siempre los materiales que necesitamos del universo exterior para mantener nuestra forma de vida en Urantia. El Intercambiador de Gases ha perdido su automatismo porque el centro regulador se ha quedado momentáneamente sin energía, pero ésta se repondrá, no le quepa la menor duda. Mientras tanto, el Protector ha extendido su mano milagrosa para que fluya el éter y para que el Complejo siga con sus rítmicos movimientos, proporcionando el tan necesario oxígeno. Por cierto, ¿cómo va la disipación del calor?
     —Ha bajado a un seis por ciento... Han aparecido de repente en la corriente de los canales ciertas lecuas de origen desconocido que han contribuido decisivamente para que podamos contener el exceso de calor del Systyn.
     —¿Lo ve? El Protector vela por nuestro mundo isla... ¡Qué más pruebas necesita!
     —Señor, si me permite, quisiera decirle que yo no estoy muy de acuerdo...
     —¿Cómo dice, teniente? No sea usted blasfemo...
     —Disculpe, señor, no quiero ofenderle, pero me he enterado de cosas que no creo que usted conozca...
     —Explíquese...
     —Verá... Con toda esta confusión, algunos compañeros míos, tenientes que se ocupan de otros sistemas, han llegado hasta ciertas zonas del Mando Centralizado en las que nunca habían estado. Lo que han visto les ha dejado maravillados. Contemplaron un paisaje mágico lleno de conexiones de energía que viajaban en todas las direcciones. Parece ser que es precisamente desde ahí desde donde se gobierna todo nuestro mundo. Había multitud de Mensajeros moviéndose a gran velocidad por una inmensa urdimbre de ronas. Algunos de mis camaradas estaban tan extasiados que llegaron a pensar si no estaban en el Universo exterior...
     —No, teniente. Ese lugar, por muy portentoso y fascinante que sea, no es el Universo exterior, sino que es la parte más noble de nuestro mundo isla. Allí se cocina el destino de Urantia y de cada uno de nosotros. Y si a sus compañeros les pareció tan sublime, imagínese cómo será el Universo exterior. Bueno, ni siquiera intente fantasear con ello. Su belleza debe de ser tan inimaginable que es imposible que podamos percibirla nosotros. Recuerde que allí mora el Protector...
     —Señor, nosotros no podemos percibir el Universo, pero puede que allí arriba sí puedan...
     —¿Qué quiere usted decir?
     —Los tenientes destinados allí se han dado cuenta de que en el Mando Centralizado hay algo más, algo que les ha dejado todavía más impactados que la magnificencia del propio paisaje...
     —¿El qué, teniente? No le comprendo...
     —Han comprobado que el Mando Centralizado posee unos sistemas especiales que llaman "sensores", y que los usan supuestamente para comunicarse con el Universo exterior.
     —¿Para comunicarse con el Protector? Eso es imposible...
     —Con el Protector no, señor... Para comunicarse con otros mundos isla. Todo ello está plenamente confirmado por los testimonios de los Mensajeros.

Ir al capítulo siguiente
Retrocede a la pág. anterior
Enlaces Institucionales
Portal de educación Directorio de Centros Recursos Educativos Calendario InfoEduc@
Reconocimientos
Certificacion CoDice TIC Nivel 3