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| Miguel A. García |
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| Capítulo 3 |
| CICLO SIETE —Deme su informe, teniente. —La situación empieza a ser grave, señor. Los interferones que enviamos masivamente al principio a través de los canales no han tenido la eficacia debida. Los citos Tita ya han conseguido desenmascarar buena parte de sus escudos, y estamos librando una batalla descomunal contra los Narus. Miles de sus naves ya han sido destruidas, pero, al ser tan pequeñas, se escurren por cualquier vericueto de los sistemas. Muchos distritos han empezado a ser invadidos, y aunque todos los Activistas han sido movilizados, las órdenes de la Sección de Defensa Estratégica no llegan con la rapidez requerida a todos los sectores, ya que el enemigo ha empezado a ocupar también las vías de energía, por donde se mueven nuestros Mensajeros hasta el Mando Centralizado. —¿Y el cuerpo especial de intervención rápida? —Mis homólogos distribuyeron las unidades asesinas en los lugares estratégicos y donde podían hacer más daño al enemigo actuando por sorpresa, pero están claramente sobrepasadas. Aprovechando nuestros propios materiales de las zonas que han conquistado, los Suris han continuado ensamblando un número increíble de nuevas naos. Como ya sabíamos, no tienen piloto. Guardan en sus propios componentes las instrucciones para replicarse a sí mismas. —¡Maldita sea! Esto es lo que más me fastidia. No conocer la cara de mis enemigos... —En cierto sentido esas naves se comportan como si estuviesen vivas. Según las informaciones que tenemos, poseen una programación bastante simple, pero muy sólida. La SDE cree que su intención es conquistar todos los rincones del mundo, y sólo después se presentarían los Narus. —Y podríamos ver por fin sus asquerosas caras... —Mejor no, señor. Si eso ocurriera significaría el final de nuestro mundo, al menos tal como lo conocemos. En el mejor de los casos, toda Urantia quedaría reducida a la esclavitud... —¿Y cómo va la producción de los nuevos ticuer? —La producción es masiva, señor. Los citos Beta descubrieron no sólo que los tiges de su capda tenían diferentes frecuencias, sino que su modulación variaba con el tiempo, haciendo muy difícil la penetración de sus escudos. Toda la información de los faitos fue enviada a la SDE y, tras analizarla, el Mando Centralizado ordenó a Madre la fabricación masiva de nuevos citos Beta. Después éstos se han diseminado por los canales de distribución, y los nuevos ticuer están siendo liberados en los lugares más críticos. Estos tienen ya la capacidad de bordear sus escudos y de solaparse con sus tiges, neutralizando así completamente su capda, dejando el camino libre para los mafagos. —Pero, por lo que me ha dicho antes, teniente, parece que ello no es suficiente, ¿no? —No lo es, señor, en absoluto. Los nuevos ticuer han sido enviados en cantidades ingentes. Incluso el Mando Centralizado aumentó el poder del Cor para que las defensas se activaran a mayor velocidad. También los mafagos rematan la faena destruyendo completamente sus naves y enviando mucha información para que se activen más citos T, pero los Suris son demasiados. La actividad del SDE es tan desorbitada que ya empezamos a tener hipertermia. En algunos sitios el calor ha aumentado casi un siete por ciento, y en todos los canales de disipación la temperatura ha subido, de media, algo más de un cinco por ciento. —Sí que es preocupante... ¿Y cómo va el Complejo Intercambiador de Gases? —De momento resiste, señor. Pero debido a la envergadura de la lucha, parte de los conductos de la entrada de aire del universo exterior se han obstruido, y el éter no entra en las debidas condiciones. Y algo parecido está empezando a ocurrir en el Intercambiador. Las exudaciones de los canales han sido masivas para poder desembarcar a los mafagos y a los citos Beta para que éstos pudiesen liberar sus ticuer, junto con las lecuas defensivas. Igual que en los conductos de entrada, hay mucha congestión, y el oxígeno no está llegando al cien por cien a los sistemas. Urantia está sufriendo, señor. Hay cierto riesgo de colapso... —¡Idiotas! Si me hubieran hecho caso allí arriba cuando les advertí a través de los Mensajeros que estaban descuidando el Systyn... Les dije bien claro que los intentos de una invasión importante se iban a suceder sin tregua. Sólo era cuestión de tiempo... ¿Y qué han hecho? No sólo no han hecho nada, sino que incluso nos han quitado recursos. Estamos defendiendo el mundo... ¿Hay algo más importante? |
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