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| Miguel A. García |
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| Capítulo 2 |
| CICLO CUATRO —¿Qué ocurre, teniente? ¿A qué se debe todo este jaleo? —Comandante, los ticuer que enviamos al principio del ataque son totalmente incapaces de penetrar los escudos de los Narus... —O sea, que no pueden neutralizar su nueva capda... —Así es. A nuestros faitos no les queda más remedio que destruir nuestras propias celdas, allí donde se han infiltrado los Narus. Éstos ya se han apoderado de ciertas zonas del Complejo del Intercambiador de Gases. —¡Por el gran universo! Eso no podemos permitirlo... Lo que no entiendo es por qué el Departamento de Inteligencia nos previno de la anterior invasión, y de esta no ha sabido decirnos nada... —Existen ciertos rumores, señor. —De qué rumores habla, teniente. Sea claro... —Se comenta que, en la anterior invasión, tuvimos ayuda del Protector, o, incluso, hay quien dice de otros mundos... —Otra vez con esos bulos... Es cierto que el Protector nos ha ayudado otras veces, al menos eso es lo que creo, pero no hay otros mundos... Estamos nosotros y, fuera de nosotros, sólo existe el Universo exterior, plagado de enemigos, como los Barias o los malditos Survis, con su raza más insidiosa, los Narus. La idea de que haya mundos paralelos al nuestro es totalmente absurda. Nuestro mundo es único. Vivimos en un mundo isla. —Bueno, señor. Eso no está del todo claro... —¿A qué se refiere, teniente? —Pues que nuestro mundo puede que no sea el único que exista en el Universo... Cuentan que el Mando Centralizado ha visto esas otras supuestas creaciones, y que, de hecho, están en contacto con ellos continuamente, aunque nos lo ocultan. Muchos creen haber oído ruidos que no proceden de nuestro mundo. Incluso hay Activistas que aseguran haberse topado en las zonas altas con lecuas desconocidos que parece ser que se dirigían sin ningún tipo de disimulo hacia la zona de Mando. Sostienen que son mensajeros de otros mundos que pueden estar más adelantados que nosotros... —¿De qué adelantos me habla? Nuestra sociedad se ha mantenido estable e igual desde el principio del tiempo. Lo que sí ha aumentado considerablemente es nuestro Banco de Memoria de la Sección de Defensa Estratégica. Lo demás son paparruchas "conspiranoicas"... No sé a qué se dedican los Activistas que pululan por allí arriba, pero deberían centrarse en cosas prácticas y no perder el tiempo en rollos filosóficos o en conciliábulos absurdos. Nuestro mundo isla ha existido desde siempre, y perdurará para siempre, y es único. Lo que sí es cierto es que en los últimos tiempos algunos sistemas se están debilitando, y los mandamases parece que no se enteran de nada. Las reparaciones se hacen tarde y a veces dejan mucho que desear... —Pero, señor, también dicen que hay razones para pensar que nuestro mundo, aunque lleva muchos periodos en funcionamiento, no ha existido desde siempre. Algunos sabios creen que hemos tenido un origen a partir de una celda primordial, y que después hubo una gran expansión, aunque se haya perdido en la memoria del tiempo... —¡Ah, sí! ¡La gran expansión! ¿Usted cree eso, teniente? —Yo, señor, sólo soy un soldado. Pero nosotros, el cuerpo de tenientes, no podemos evitar oír lo que cuentan los Activistas y los Mensajeros que se mueven continuamente por las vías de energía hasta las Ronas del Mando Centralizado. Allí arriba, nuestro mundo parece ser que es muy misterioso, bastante distinto al resto. Y nos ocultan muchas cosas... —Tonterías y más tonterías, teniente. No debería prestar atención a esas habladurías... Arriba, lo que pasa es que, de tanto pensar, se les va la olla... Mundos paralelos, expansión acelerada a partir de una celdilla singular... ¡Teorías absurdas! Sé que algunos hablan incluso de una lenta evolución de nuestro propio mundo con el paso de los periodos... ¡Cuántas majaderías! Nuestro mundo ha existido desde siempre, igual que el universo exterior, del cual nos proveemos. Por desgracia, nuestro hogar es un lugar privilegiado y hay muchos que quieren conquistarlo. Los Survis son nuestros enemigos más temibles, pero no olvidemos también a los Barias... —Precisamente, señor... Usted sabe que para defendernos de los Barias hemos recibido muchas veces ayuda del universo exterior... Todos creemos que es el Protector, pero, ¿y si nos están enviando ayuda de los otros mundos? —¡Pero qué iluso es usted! La única ayuda que recibimos del cosmos es la del Protector. Él nos provee de alimentos y energía, y también nos ayuda contra los Barias o contra los Survis, si nos ve algo apurados... A Él tenemos que dirigir nuestras rogativas... Nuestro mundo isla y el Protector han existido desde siempre, y no hay más... —Pues bien podría echarnos una mano ahora contra los Suris... —No reniegue, teniente... El Protector no ayuda a los vagos, sino a los que trabajan dando el máximo de su capacidad. Vamos a ponernos en contacto de inmediato con la Sección de Defensa Estratégica. Debemos diseñar un plan que nos haga actuar con más celeridad. |
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