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| Miguel A. García |
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Parte I: MUNDO ISLA |
| Capítulo 1 |
| CICLO UNO —Comandante, tenemos una nueva incursión del exterior... —Esto no para... Siempre es así... ¿De quién se trata en esta ocasión? —Son de nuevo los Narus. —¡Maldita sea! No nos dejan en paz... Ya intentaron golpearnos no hace muchos ciclos... —Es la época en la que suelen organizar siempre sus ataques. Saben que es cuando gastamos más energía para el mantenimiento óptimo de Urantia. Se aprovechan de nuestras debilidades. —Bien, teniente. Active los sistemas de defensa, sobre todo en los lugares estratégicos habituales... Tenemos que acabar enseguida con esa avanzadilla de naves. —El Systyn ya ha sido alertado. Nuestros efectivos se están coordinando para repeler la agresión. Pero tenemos un problema importante. Han modificado significativamente su capda, lo cual hace que por ahora tengamos algunas dificultades para penetrar en su escudo defensivo. —¿Y por qué no nos alertó el Departamento de Inteligencia? —Como sabe, Señor, los Narus suelen ir siempre por delante de nosotros. Su capacidad de camuflaje se les da muy bien, y a veces adoptan modulaciones que hacen difícil para nuestros centinelas discernir si es alguien del exterior o simples elementos desechables de algún sistema. Tenemos demasiadas estructuras que vigilar. Los nuestros temen atacar a un ciudadano. —Lo sé, teniente. Lo sé muy bien. Recuerdo perfectamente lo que pasó antaño... Atacamos algunos distritos recónditos de nuestro mundo creyendo que habían caído en manos de los Survis, y todo acabó en un gran fiasco. Fue un fallo conjunto del Mando Centralizado y del Departamento de Inteligencia. Hubo muchas protestas, y hasta nos acusaron de querer hacer de Urantia un estado totalitario... —Señor, siempre es muy difícil eliminar a los Survis infiltrados antes de que hayan tenido tiempo de comunicar a sus bases la forma de cambiar la estructura dinámica de sus escudos. Los Narus son la raza más peligrosa de todos los Survis. En este caso, estamos teniendo dificultades para que nuestras naves faitos analicen la estructura de su nueva capda... Nos llegan noticias de que no acaban de descubrir la nueva modulación de frecuencias de sus escudos, y por ello están tardando mucho en el envío de los datos al Systyn. —¡Pues que se esfuercen más! Enviad un contingente mayor de faitos. —Estamos trabajando a la máxima capacidad, señor... Las fábricas de Madre están a tope. Hacen lo que pueden... —Lo que no entiendo es el por qué de este ataque casi simultáneo. Los Narus no suelen actuar así... —Creemos que ha sido una trampa... Enviaron primero sus naves estándar, con las que suelen atacarnos en cada periodo, y pensamos que fue una estrategia para estudiar nuestros ticuer. Han elaborado un nuevo escudo muy sofisticado, y a los faitos les cuesta mucho penetrarlos. Aún así, los nuestros no paran de enviar información a la Sección de Defensa Estratégica. La SDE ha ordenado el despliegue de los primeros nuevos ticuer para tratar de neutralizar su armamento, ya que los existentes en el Banco de Memoria no sirven, pero por ahora no son lo suficientemente eficaces. El enemigo está robando suministros y ha comenzado a realizar nuevos ensamblajes. Sus naves aumentan en número, y están empezando a conquistar zonas sensibles del mundo. —Como cuáles... —Sobre todo el sistema de canalizaciones de la entrada de aire al mundo. —Eso no es nuevo. Es lo que intentan siempre los Narus... —Pero, en este caso, sus naves modificadas están intentando entrar en el complejo del intercambiador de gases. Si lo consiguen, podemos tener muchas dificultades. El oxígeno es indispensable para nuestras centrales de energía, y más en esta época. —Sí, eso sería muy grave... En cuanto los faitos nos den datos detallados, ordenaremos el ensamblaje masivo de nuevos ticuer para preservar el intercambiador de gases... Nuestro mundo es una isla aislada y necesitamos ese éter del universo... Además, parece que el Mando Centralizado se está volviendo cada vez más perezoso. Urantia necesita reparaciones continuas, y cada vez tardan más en recomponer las estructuras que se desgastan o dañan. —Tendrán mucho trabajo, señor. —Si usted lo dice, teniente... |
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