Alrededor del ecuador tenemos un clima húmedo y cálido, con lluvias muy abundantes todo el año → una intensa meteorización química (hidrólisis, hidratación,...) cuyo resultado es la acumulación de óxidos e hidróxidos de Fe y de Al (sobre todo de la hidrólisis completa de los feldespatos del granito) → lateritas (ver suelo laterítico) y bauxitas (que muchas veces constituyen costras superficie).

Los relieves intertropicales consisten de colinas totalmente cubiertas por árboles de gran tamaño. En algunos lugares destacan, sobre el resto del relieve, unas elevaciones terminadas en cumbres suaves → panes de azúcar, constituidos por rocas más resistentes a la erosión, con pendientes convexas.
En las zonas áridas, las laderas son abruptas, tendiendo a ser cóncavas al haber pocos productos de alteración. En las zonas de clima húmedo, en cambio, las laderas están suavizadas por la alteración química y los productos de alteración que tapizan el escarpe, adoptando una forma que tiende a ser convexa.