En todo momento, a lo largo de los m.a., el movimiento continuo de las placas debe producir subducción en algún lugar de la superf. terrestre, desencadenando los procesos orogénicos. La orogénesis es un proceso, por tanto, que a nivel global podríamos calificar de continuo, pero si estudiamos aisladamente un continente o una parte de él, comprobamos que entre dos orogenias seguidas ha habido un periodo de t “pasivo” (ej.: los Pirineos y la cordillera Cantábrica se levantaron en la orogenia Hercínica, luego fueron arrasadas para levantarse de nuevo (reactivarse) en la orogenia Alpina).

Como consecuencia de la sucesión de ciclos orogénicos, los continentes están constituidos por adosamiento de una decena de cadenas montañosas de edades diversas (desde hace al menos 3.000 m.a.). Las cadenas antiguas, ya peneplanizadas y convertidas en escudos continentales, han sido reactivadas varias veces y sus materiales utilizados en orogenias más recientes.

Por tanto, la litosfera oceánica se crea (por acreción en las dorsales) y se destruye (por subducción en la zonas de Benioff), mientras que la litosfera continental es permanece prácticamente constante (aunque sufre fragmentaciones), ya que si bien la erosión desgasta los continentes, los sedimentos acumulados en el margen continental son plegados e incorporados como orógeno a la litosfera continental, a veces con fragmentos arrancados a la litosfera oceánica que subduce y que son obducidos contra la cordillera que se forma → litosferoclastos.
Los litosferoclastos están limitados por fallas, y, al yuxtaponerse a una masa continental (interpenetrados con el orógeno), aumentan la extensión de dicho continente.
Ej. de estos litosferoclastos son los complejos ofiolíticos, cuyas rocas más características son las ofiolitas = ofitas (→ basaltos con estructuras almohadilladas) (tb. tienen peridotitas, dioritas, gabros, radiolaritas,...). Estos complejos se hallan metamofizados.
Hay indicios que indican que muchas grandes placas son en realidad mosaicos de litosferoclastos, de forma tenemos el “modelo de la tectónica de microplacas o litosferoclastos”.