| TEORÍA DE LA EXPANSIÓN DEL FONDO OCEÁNICO |
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HESS y DIETZ, una vez que analizaron las dorsales y fondos oceánicos, tomaron las ideas de HOLMES de las corrientes convectivas subverticales, para enunciar su “Tª de la expansión del fondo océanico”:
En las dorsales se crea litosfera oceánica nueva (son centros de expansión) (unos 3,15 km²/año), mediante el ascenso de lavas básicas procedentes de la astenosfera, las cuales, ya convertidas en rocas basálticas, se sueldan a la litosfera existente, empujándola hacia los lados (ver Islandia y su situación medioatlática). La generación más o menos constante de litosfera oceánica provoca la expansión del fondo oceánico a un lado y a otro de las dorsales. La corteza oceánica nueva, para acomodarse, ejerce una P sobre la litosfera preexistente, provocando su desplazamiento.
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Las corrientes convectivas colaterales horizontales empujan a ambos lados de la dorsal esta nueva corteza oceánica, interviniendo en la expansión del fondo oceánico. Esta expansión crea y ensancha gradualmente la amplitud del océano.
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| Perfil del Atlántico Norte |
La Tª de la expansión del fondo oceánico, formulada por HESS y DIETZ (1961), fue confirmada por VINE y MATTHEWS (1963), al estudiar las inversiones de la polaridad magnética en el paleomagnetismo de los basaltos del fondo oceánico.
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Pruebas de la expansión del fondo oceánico:
- Que los basaltos de los fondos oceánicos sean recientes (≤135 m.a.), y que su edad disminuya al acercanos a la dorsal.
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- Que en las dorsales no haya apenas sedimentos (si hay, son muy recientes), y que éstos aumenten en grosor y en antigüedad al alejarnos de la dorsal, y no están plegados.
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- Los sismos de foco somero de las dorsales provocados por la actividad volcánica.
- Los volcanes alineados dejados por los puntos calientes producidos por una columna o pluma térmica procedente de la capa D" [ej.: Hawaii].
- La prueba definifiva la constituye la distribución simétrica de las bandas magnéticas a ambos lados de la dorsal.
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Se debe al paleomagnetismo remanente en las partículas magnéticas de los basaltos y de algunas rocas sedimentarias.
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En las dorsales existen chimeneas submarinas de gases sulfurosos, que constituyen oasis de vida sin fotosíntesis.
