glaciarismo y los fenómenos cársticos han modelado un paisaje de cumbres agrestes. En su interior esta situado el Real Sitio de Covadonga, donde la tradición cuenta que se inició la Reconquista y que incluye la Gruta y la basílica de Covadonga. El Parque de Picos de Europa se caracteriza por roquedos de montaña y lagos glaciares, con el pico Peña Santa de Castilla (2.596 m.) como máxima altura. Los ríos Dobra y Cares marcan la hidrología del Parque. El primero discurre por su limite occidental, desde las Colladinas de Dobres hasta las praderías de Angón. Poco después de Cotalba se introduce en un impresionante desfiladero, a mitad del cual recibe a su afluente más importante, el Pelabarda. Fuera ya de los limites de Covadonga, el Dobre une su curso al del Sella. El río Cares marca el límite oriental del espacio protegido y en él se encuentra uno de los recorridos más populares de los Picos de Europa, la Garganta del Cares, una secesión de profundos y angostos valles y desfiladeros que revelan la acción modeladora de las aguas sobre las rocas calizas. La vegetación se dispone en franjas según la altura y la orientación, con bosques de robles, avellanos, fresnos y alisos, intercalados con prados de uso pastoril, en las zonas mas bajas. Hasta los 1.800 metros predomina el hayedo, sustituido en algunas zonas por matorral de brezo, brecina, piorno y arándano, entre otras especies. En alturas mayores solo aparece matorral de enebro y algunos pastos, que albergan un endemismos asturiano, la Festuca burnati (ver Festuca eskia). En lo referente a la fauna, los ríos del área albergan especies como la nutria, el desmán, el tritón alpino, la salamandra y la trucha. El urogallo, el pito negro y el pico mediano pueblan las zonas de bosque, mientras que los sectores de roca cuentan con la presencia del águila real, buitre leonado, alimoche, chovas piquirroja y piquigualda y treparriscos. Los mamíferos constituyen una de las mayores riquezas de Picos de Europa. Con una población calculada en mas de 2.500 ejemplares, el rebeco es la especie mas característica. Corzo, tejón, garduña, gineta, gato montés, lirón gris y topillo nival completan el espectro de los mamíferos, desaparecido el oso pardo y, posiblemente, el lobo. Los vestigios de la presencia del lobo se conservan en parajes como el denominado Chorco de los Lobos, donde una construcción de piedra en forma de trampa revela el secular enfrentamiento entre el hombre y este canido salvaje. |