Un experimento del CERN indica que los neutrinos, unas partículas subatómicas, viajan a más velocidad que la de la luz, lo que parecía un límite insuperable desde que Albert Einstein enunciara en 1905 su teoría de la relatividad especial.
El experimento internacional Opera, que se desarrolla en el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN) en Ginebra, detectó que los neutrinos (unos 15.000) viajaban a 60 nanosegundos sobre la velocidad de la luz (c= 299.792 kilómetros por segundo), o sea, sacaron unos 17 m de ventaja. |
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El acelerador de partículas (Gran Colisionador de Hadrones o LHC) en Ginebra produjo una serie de neutrinos que fueron enviados al laboratorio nacional del Gran Sasso, bajo la montaña del mismo nombre, en Italia, situado a 730 kilómetros de distancia. Allí se controló su llegada a unos grandes tanques con líquido y se estableció el tiempo de la emisión (2,4 milisegundos).
Tres laboratorios midieron la distancia y velocidad y el experimento se repitió durante seis meses. Sin embargo, el CERN no ha confirmado oficialmente el descubrimiento. Se ha decidido publicar el descubrimiento para que otros investigadores puedan corroborar el hallazgo, o descubrir errores. De confirmarse estos resultados, se pondría en duda uno de los pilares de la física del último siglo: que nada en el universo viaja a más velocidad que la luz o que la energía gravitatoria.
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Si se confirman los resultados, para compaginarlos con las ideas actuales de que la velocidad de la luz es la máxima posible, una interpretación podría ser que los neutrinos "llegan antes" porque el espacio se ha curvado, lo cual abriría las puertas, teóricamente hablando, hacia los viajes interestelares (mediante los "agujeros de gusano") e incluso hacia los viajes en el tiempo. |
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