Descubrimiento: En 1783, por Fausto y Juan José de Elhuyar
Número Atómico: 74
Estructura electrónica: [Xe] 4f14 5d4 6s2
Números de oxidación: +2, +3, +4, +5, +6
Usos: Aleaciones duras (brocas, piedras de afilar), electrodos y filamentos de bombillas incandescentes, cabezas de cohetes, motores de aviones. La brocas de widia (del alemán wie diamant), extremadamente duras, son de carburo de wolframio con 10% de cobalto.

En los países de habla inglesa y francesa se suele emplear el nombre antiguo de tungsteno (del sueco tung sten = piedra pesada). El nombre wolframio procede del alemán (de la wolframita).
En 1779, Peter Woulfe estudió el mineral wolframita y concluyó que debía contener una nueva sustancia. En 1781, Scheele encontró que se podía obtener un nuevo ácido (denominado tungsténico) a partir del mineral scheelita. Scheele y Berman sugieren la posibilidad de obtener un nuevo metal por reducción de este ácido. En 1783, los hermanos Elhuyar encontraron que el ácido obtenido de la wolframita era idéntico al de Scheele, y ese mismo año obtuvieron el elemento por reducción del ácido con carbón.
Constituye el 0,000125% en peso de la corteza. No se encuentra en estado nativo. Los minerales principales son la wolframita [(Fe,Mn)(WO4)] y scheelita (CaWO4).
El wolframio puro es un metal de color gris-acero a blanco-estaño. Cuando está muy puro se puede cortar con una sierra, forjar, estirar en hilos, extrudir, etc: es muy dúctil y maleable. El metal impuro es quebradizo y duro: se trabaja con dificultad. Tiene el mayor punto de fusión de todos los metales.
Ni el wolframio ni sus combinaciones parecen tóxicas.