LIANAS, CAULIFLORÍA, ÁRBOLES ESTRANGULADORES, EL KAPOK Y SU JARDINERO FIEL
Las lianas o bejucos son una de las formas más importantes del bosque tropical. No tienen que sostenerse y por tanto canalizan toda su energía en el crecimiento, llegando a ser hasta de 1 km. Son muy eficientes en el transporte de agua a gran altura. Para los insectos y otros animales son como una red de carreteras que une las copas de los árboles.
La caulifloría es la producción de flores, con frutos generalmente pesados y grandes, en el tronco de los árboles, en lugar de en su copa. Las flores aparecen a partir de yemas durmientes de la corteza. Esta adaptación está asociada a la quiropterogamia o polinización por murciélagos.
El árbol estrangulador produce abundantes higos. Los higos pueden ser comidos por monos o aves frugívoras que dispersan las semillas con sus heces. Las semillas que quedan cerca del dosel y reciben más luz pueden germinar y se agarran a las ramas, recogiendo restos orgánicos de hojas, ramas, cortezas, polvo, que junto con el agua proveen de nutrientes a las raíces aéreas. Comienza su vida con un tallo corto con alguna hoja y una raíz fina y larga que va cayendo y se va ramificando, formando una red alrededor del tronco hospedador hasta que toca el suelo. Después empieza a crecer el tallo y a engrosarse el retículo hasta impedir el crecimiento secundario en grosor del árbol soporte, de forma que este muere.
El dosel de la selva está formado por grandes árboles que sobresalen y en los que suelen nidificar las harpías. Estos árboles que sobresalen suelen ser diferentes: soportan mucho sol, por lo que tienen hojas muy pequeñas y resistentes y sus semillas las dispersa el viento. Los perezosos se camuflan en ellos como si fueran plantas: tienen algas verdeazuladas en resquebrajaduras del pelo y ofrecen refugio a mariposas nocturnas y escarabajos. Una vez a la semana bajan a defecar a la base del mismo árbol y tal vez lo hagan para devolver al árbol los nutrientes prestados.
Cuando la selva se aclara se hace mediante el fuego, después se siembra sobre las cenizas y al cabo de un tiempo el cultivo se abandona, al no ser productivo. Así el borde de la selva está siempre en peligro de desaparición y lo que queda detrás es una jungla baja o un pastizal para el ganado.
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CAPTURA Y EXPULSIÓN DEL AGUA. LA OFERTA DE NÉCTAR
Las hojas tienen "goteador", o ápice alargado que ayuda a eliminar la lámina de agua que se forma en la superficie de la hoja cuando llueve, pues esto dificulta la transpiración y la fotosíntesis. Otras veces se presentan acanaladuras en las hojas, que recogen el agua del haz y la drenan hacia los bordes.
Epifitas son todas aquellas plantas que crecen apoyándose sobre otras para conseguir una competencia eficaz por la luz, como las bromelias. A veces representan varias toneladas por hectárea. Las hojas de las bromelas se disponen de forma que sus acanaladuras centrales llevan agua hasta el centro de la planta, como si fuera un embudo, formándose así un pequeño estanque central. Estos tanques de reserva proveen el hábitat para un montón de insectos, crustáceos y anfibios. Además, quedan atrapados en este depósito abundantes restos orgánicos: hojas, cortezas, etc. El agua y los minerales entran en la planta a través de un conjunto de pelos absorbentes ubicados en las hojas y que funcionan además como "válvulas de una sóla dirección". Muchas epifitas también crean un suelo propio, recogiendo restos vegetales.
Las grandes flores de orquídeas tienen relaciones privilegiadas con algunas especies de colibrís o insectos con una suerte de contrato a perpetuidad: formas tubulares o largos depósitos que sólo permiten libar a una especie. En otros casos la misma única especie es siempre engañada o manipulada.