La sabana es un ecosistema sin grandes relieves y donde hay pocas posibilidades de ocultarse, por ello muchos animales se ven obligados a refugiarse en túneles. Esta adaptación se presenta incluso en aves, que tienen problemas para encontrar árboles. La dificultad de ocultarse impone también la necesidad de la coordinación del grupo para una vigilancia constante.
Vigilancia en un medio abierto |