La mayoría de los árboles de la selva tienen sistemas radiculares concentrados en los primeros centímetros del suelo. Esta adaptación es necesaria para la captación rápida de nutrientes procedentes de la descomposición de las hojas, antes de que las arrastre el agua. Las raíces tienen una elevada ramificación y una gran proporción de ramificaciones finas, así como gran presencia de micorrizas. En este caso los árboles crecen sobre los restos de una pirámide en Honduras.
Sistemas radiculares extensivos |